Si estás embarazada o en período de lactancia y tienes tatuajes, es normal que te surjan mil dudas: ¿me puedo tatuar embarazada? ¿Es seguro eliminar un tatuaje estando embarazada? ¿Le afecta al bebé?
Vamos a intentar resolver todas tus preguntas. Y lo más importante, si estás esperando un bebé, ¡enhorabuena!
Lo mejor es no tatuarse estando embarazada. Es lo que aconsejamos los profesionales. Los riesgos para tu bebé son bajos, y no es que tatuarse sea peligroso, ya que en principio la tinta no causa daño al feto. Sin embargo, el embarazo cambia mucho tu cuerpo, tu piel y tu forma de cicatrización, por lo que no es el mejor momento para añadir nueva tinta a tu piel.
Si te tatuaste antes de enterarte de que estabas embarazada, no te agobies. Si el estudio cumplía con todas las condiciones de higiene, lo más probable es que no haya ningún problema. Sin embargo, existen algunos riesgos y precauciones al tatuarse:
Además, si se trata de un tatuaje reciente, puedes consultar estos consejos para cuidar tu tatuaje y asegurarte de que cicatrice de la mejor manera posible.
Este tema es más debatido. Técnicamente, tatuaje y lactancia pueden convivir, porque la tinta no pasa a la leche materna.
Sin embargo, el problema sigue siendo el riesgo de infecciones y la cicatrización.
Si decides tatuarte durante la lactancia, asegúrate de que el estudio cumple con todas las normas de higiene. Pero, si puedes esperar, mejor.
Durante el embarazo o la lactancia, es fundamental tener especial cuidado con cualquier signo de infección en la piel. Algunas señales de alerta a las que debes prestar atención incluyen:
Si notas cualquiera de estos síntomas, ve al médico lo antes posible. No intentes tratar la infección por tu cuenta ni apliques cremas o medicamentos sin consultar con un profesional.
Podría serlo y, por eso, los expertos recomendamos no quitar un tatuaje durante el embarazo. El láser no afecta directamente al bebé, pero sí puede afectar tu piel y hacer el proceso más incómodo.
La eliminación de tatuajes requiere múltiples sesiones y un proceso de recuperación que puede extenderse durante meses, es aconsejable posponer la eliminación de tatuajes hasta después del embarazo y la lactancia.
Lo recomendable es esperar al menos tres meses después del parto, para darle tiempo a tu cuerpo y a tu piel a volver a su estado habitual. Este período de espera no solo te ayudará a que tu piel esté en las mejores condiciones para recibir el tratamiento, sino que también reducirá los riesgos de que se produzcan complicaciones en el proceso de eliminación del tatuaje.
Si tienes dudas o necesitas más información sobre la eliminación de tatuajes o sobre cómo tu embarazo puede influir en este proceso, no dudes en contactarnos.
No hay estudios que confirmen que las partículas de tinta eliminadas pasen a la leche materna, pero tampoco hay estudios que lo descarten.
Por eso, lo más recomendable es esperar unos meses después de terminar la lactancia antes de empezar las sesiones de láser.
Sabemos que a veces la espera se hace eterna, pero en el embarazo y la lactancia, tu salud y la del bebé son la prioridad.
Si quieres un tatuaje nuevo o eliminar uno viejo, mejor deja esos planes para más adelante. No hay prisa, ¡tendrás tiempo de sobra para hacerlo con seguridad!
Si tienes cualquier duda o ya estás lista para empezar o retomar tu tratamiento de eliminación de tatuajes con láser, ¡te estamos esperando!